Hemos dejado tantas cosas atrás, nuestro pasado, nuestra vida y alejarnos de todo aquello no nos ha hecho mal pero tampoco bien. Cuando colocamos nuestras cabezas en la almohada nos convertimos en un adolescente común y corriente, como tú o tu amigo o tu amiga.
Y allí nos caen las fichas, aún recordamos el primer concierto ante miles de personas, cuando volvimos a casa no podiamos dormir de la adrenalina que sentíamos. Ver todas esas manos ansiarnos por tocar las nuestras, esas lágrimas de felicidad y otras de tristeza por tenernos tan lejos.
Pero sabemos que en realidad no, estamos en cada corazón de ustedes, ansiando el próximo concierto para volver a verlas y reunirnos en esa cita que tenemos en cada concierto. Emocionarnos juntos por una canción melódica donde cada uno y una siente reflejada su historia en aquella letra. Así como nosotros reflejamos nuestro punto de vista sobre la vida cotidiana ya que su rutina no es igualita a la de nosotros.
Ojalá podamos conocerlas de a una y poder compartir momentos con cada una y uno, pero sería algo ilógico e imposíble, lamentablemente. Otra vez hablando del nuevo Tokio Hotel, pues verán, no se asusten por mis rastas o las trenzas de Tom o el golpe de Gustav, no es normal que suceda, lo de Gustav claro, pero volviendo al tema de la nueva imágen, es algo que sentimos por dentro, esa madurez que no podemos salir a debatirla todos los días, esa necesidad de cambiar y verse distinto, esa mutación que consume el humano al pasar etapa por etapa, a nosotros no nos queda otra que demostrarlo de una manera diferente quizás.
Pero no se olviden seguimos siendo los mismos y seguimos queriendolos igual que siempre.
Entrevista de:Bravo (DE)
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